[This interview was published in El Pais in Uruguay on Dec. 5, 2011.] OBAMA | Los demócratas llamarán "justicia social" a su propuesta y los republicanos lo acusarán de fomentar la "guerra de clases" El hombre que intenta evitar que la sociedad americana pierda el alma El Presidente se niega a reducir las partidas presupuestarias destinadas a prestar servicios a los sectores de menores ingresos JORGE REBELLA Cuando Barack Obama llegó a la Casa Blanca trató de ser conciliador con la oposición, pero los republicanos demostraron no tener interés en trabajar conjuntamente porque la brecha ideológica que hoy separa a ambos partidos es inmensa, afirmó el politólogo estadounidense Dr. Martin Weinstein, experto en asuntos latinoamericanos con especialización en Argentina y Uruguay. En diálogo exclusivo con ECONOMIA & MERCADO durante su reciente visita a Montevideo, el académico explicó las estrategias de los partidos Demócrata y Republicano con miras a las elecciones de noviembre de 2012. También expresó su optimismo respecto a la situación política y económica de los países del Cono Sur. A continuación un resumen de la entrevista. -¿Cuál será el tema clave de la próxima campaña electoral en Estados Unidos? -La economía será el punto determinante del resultado electoral debido a que los principales indicadores son poco alentadores al exhibir un bajo crecimiento del PIB y una tasa de desempleo del 9% de la población activa, con escasas perspectivas de que esta cifra disminuya significativamente porque no se están creando puestos de trabajo. La única buena noticia es que la recaudación tributaria de los gobiernos estaduales está aumentando al estar obligados legalmente a mantener equilibrados sus presupuestos. Para ello han tenido que hacer grandes recortes en el gasto, pese a que esa política es contraproducente para el empleo ya que debieron despedir a maestros, policías, bomberos, etc. Si bien el presidente Obama ha tratado de impedir ese tipo de solución al desequilibrio fiscal, se ha visto superado por la mayoría republicana en el Congreso. -¿Qué políticas se van a confrontar en el debate electoral? -Cualquiera sea el candidato de la oposición, las políticas para abatir las altísimas tasas de desempleo y subempleo van a ser el principal tema de discusión. El otro punto que va a figurar en la agenda del Partido Republicano es la reducción del gasto público, ya que existe un gran desacuerdo al respecto con el gobierno de Obama. En cambio, la propuesta de los políticos liberales (N. de R.: término que equivale a "centroizquierdistas" en Estados Unidos) consiste en que se aumente la recaudación para estimular la economía en períodos de bajo o nulo crecimiento de la actividad económica. -¿Cuál es el núcleo de las divergencias que enfrentan a ambos partidos? -El problema es que la Reserva Federal (Fed) emitió billones (cifra en español) de dólares para salvar a los grandes bancos de una quiebra y asegurarse la liquidez del sistema financiero en 2008. En consecuencia, tanto el déficit fiscal como el endeudamiento público hoy son gigantescos y Obama pretende reducirlos mediante el cobro de impuestos, sobre todo gravando a los sectores de más altos ingresos, que se han visto liberados de buena parte de la carga tributaria a partir de la década del ochenta. Como los republicanos se oponen a cualquier propuesta de aumento de los impuestos, el gobierno federal se ve impedido de bajar sustancialmente el déficit y la deuda pública ya que el recorte del gasto hoy sería perjudicial para la economía. A su vez, el Presidente se niega a reducir las partidas presupuestarias destinadas a servicios a los sectores de menores ingresos porque, como ha dicho, "este país perdería su alma". Esto indica que Obama buscará presentarse ante el electorado como el hombre que pretende salvar los valores que hacen a la sociedad norteamericana fuerte y justa. Sin duda, los demócratas llamarán a su propuesta "justicia social" y los republicanos lo acusarán de fomentar la "guerra de clases". Campaña electoral -¿Son las medidas ortodoxas que exige el Partido Republicano más atrayentes para el votante medio que la política contracíclica del presidente Obama? -La prédica permanente de los republicanos ha convencido a buena parte del electorado, sobre todo a los pequeños empresarios. Sin embargo, resulta contradictoria la propuesta de los republicanos, quienes sostienen que la actividad económica está siendo estrangulada por la carga impositiva y las regulaciones del Estado. En realidad, el sector privado estadounidense está sentado sobre US$ 3.000 billones (españoles) en efectivo que la Fed puso en circulación y, gracias a ello, ha obtenido buenas ganancias pese a que la economía está creciendo lentamente. -¿El presidente Obama no hará pesar ese logro en la campaña electoral? -Es probable que el Presidente le haga recordar al electorado que, si no hubiera sido por la inyección de capitales que le dio al sistema financiero para reforzar la economía, habría sobrevenido una depresión. Lamentablemente, el razonamiento "contrafactual" (N.de R.: en ciencia política también se le denomina "historia alternativa") no tiene mayor fuerza en un debate porque nunca se podrá probar un resultado hipotético. Por otra parte, lo que le importa al votante promedio son los datos estadísticos macroeconómicos y las respuestas concretas a preguntas tales como: ¿hasta cuándo seguiré desempleado? o ¿tengo un empleo seguro? Candidatos -¿Qué posibilidades tiene algún miembro del Tea Party de obtener la candidatura presidencial del Partido Republicano? -Absolutamente ninguna. El Tea Party es un grupo muy extremista para el votante medio de Estados Unidos. Como sus integrantes tienen un enfoque demasiado estrecho de los grandes temas socioeconómicos, las encuestas de opinión serias indican que solo el 25%-30% del electorado apoya sus propuestas. Es posible que empiecen ganando las elecciones primarias del Partido Republicano en algunos estados muy conservadores como Carolina del Sur; pero, finalmente, los candidatos más moderados van a reunir un mayor número de delegados a la Convención. -¿Quién cree que va a ser el candidato republicano para las elecciones de 2012? -Estoy convencido que el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney, un empresario muy exitoso que figura a la cabeza o en el segundo lugar en todas las encuestas, va a ganar la nominación. A pesar de que no pudo alcanzarla cuando compitió contra McCain hace cuatro años, es la única persona en el Partido Republicano que tiene chances de vencer a Obama por ser un conservador moderado. Por lo general, el ganador de las elecciones presidenciales es quien se ubica más al centro del espectro político. Su único hándicap para las "primaries" es que pertenece a la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, ya que los "evangelistas" -congregaciones protestantes fundamentalistas que han crecido mucho en las últimas décadas- no aceptan a los mormones como cristianos. -¿Qué probabilidades existen de que el Presidente Obama no sea nominado para su reelección? -Absolutamente ninguna porque nadie se va a atrever a desafiarlo en el Partido Demócrata, a menos que se produzca alguna hecatombe antes de las elecciones primarias a celebrarse a mediados del año próximo. Si bien los resultados no lo favorecen mucho en las encuestas de opinión, Obama todavía tiene suficiente apoyo popular para vencer a cualquier candidato republicano, con lo cual inhibe a un eventual competidor dentro de su propio partido. Incluso en el caso hipotético de que el actual Presidente perdiera las elecciones primarias, las probabilidades de éxito de su vencedor serían remotas ya que la inmensa mayoría de la población negra, que es un pilar del Partido Demócrata, no concurriría a las urnas. -¿Considera que el presidente Obama no ha sabido enfrentar a la oposición republicana? -El curriculum vitae del Presidente dice que ejerció la docencia como profesor de Derecho y que trabajó con grupos minoritarios en Chicago para ayudarlos a obtener sus derechos políticos y acceder a los servicios sociales. Pero la gente se olvida que proviene de un hogar monoparental de muy limitados recursos financieros, cuya madre falleció cuando él era muy joven. Como toda persona inteligente perteneciente a una minoría racial, tanto durante su infancia en Indonesia como durante su vida adulta en Estados Unidos, aprendió a ser muy cauteloso en un mundo difícil. Por eso, cuando llegó a la Casa Blanca trató de ser conciliador con la oposición, pero los republicanos demostraron no tener interés en trabajar conjuntamente porque la brecha ideológica que hoy separa a ambos partidos es inmensa. Al haber dejado pasar el momento propicio para anunciar públicamente que no contaba con un socio serio y confiable en el Partido Republicano y que no estaba dispuesto a esperar indefinidamente para consensuar los proyectos de ley más importantes, terminó por perder la mayoría en la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas del año pasado. Desilusionados -El candidato Barack Obama tuvo un fuerte respaldo del voto latino, incluso en el estado de Florida, en las elecciones de 2008. ¿Es factible que el Presidente mantenga un apoyo similar el año próximo pese a que las leyes de inmigración se han vuelto mucho más estrictas recientemente? -Sí. La interrogante que se plantean los demócratas es si podrá conservar el 72% de los sufragios de la comunidad latinoamericana que obtuvo en la elección pasada. En realidad, las leyes más restrictivas para el ingreso de inmigrantes han sido aprobadas en algunos estados donde los gobernadores pertenecen al Partido Republicano. Esas normas son tan racistas que, indirectamente, contribuyen a fortalecer la posición de Obama ya que los "hispanics" no tienen otra opción que votar por el candidato demócrata. Sin embargo, el Presidente podría perder cierto apoyo de esa colectividad porque algunos grupos latinos consideran que no se jugó enteramente para bloquear las disposiciones más aberrantes de dicha legislación, ni ha cumplido su promesa de presentar un proyecto de ley para legalizar el actual estatus de los inmigrantes indocumentados. -Algunos analistas políticos sostienen que los jóvenes liberales que confiaron en Obama en 2008 se sienten defraudados con la actuación del Presidente. ¿Coincide con esa interpretación? -Es cierto que los votantes jóvenes y los independientes están desilusionados con los resultados de la administración Obama. En particular, las quejas de los jóvenes, que generalmente son más liberales que el votante demócrata promedio, se refieren a la política militar de Washington. Si bien el Presidente decidió el retiro de las tropas estadounidenses de Irak, ha duplicado la apuesta militar en Afganistán a un costo de US$ 2.000 millones por semana cuando las finanzas de Estados Unidos registran un déficit descomunal. América Latina -¿Ha demostrado la administración Obama verdadero interés por los asuntos de América Latina, salvo por los problemas de México? -En realidad, Obama no lo ha hecho porque tuvo que enfrentar el casi colapso del sistema financiero de Estados Unidos al comienzo de su período presidencial y ahora debe cuidarse de la colosal crisis financiera en Europa. Además, ha debido atender los enfrentamientos con Irán, la salida de las tropas de Irak y el estancamiento de la intervención en Afganistán. Resulta muy difícil prestar atención a tantos conflictos al mismo tiempo. Es bien sabido que la estabilidad de México será siempre una prioridad de cualquier administración en Washington DC. Por lo tanto, no puede dejar de preocupar la situación del gobierno mexicano que está estancado en su guerra contra los narcotraficantes al otro lado de una frontera de 3.000 kilómetros de largo que compartimos. -¿No es Cuba otro foco de preocupación para el gobierno de Obama? -A decir verdad Cuba ya no representa un peligro para Estados Unidos. Solo concita una cierta atención cuando se acercan las elecciones debido a la importancia de los representantes del estado de Florida en el Colegio Electoral, que pueden decidir quién será el próximo presidente. Es obvio que Obama tiene que exigir cambios políticos a Raúl Castro para contentar a los votantes de origen cubano tanto de Florida como de Nueva Jersey, pero es básicamente un discurso de pacotilla. Democracia consolidada en el Cono Sur -¿Existe alguna relación entre la actual situación política de los países del Cono Sur y el escaso impacto que ha tenido la crisis global en sus economías? -Se puede decir que la legitimidad de una sucesión de gobiernos electos democráticamente desde hace más de veinte años ha permitido la adopción de políticas de equilibrio macroeconómico que hoy constituyen una barrera de contención a los impactos negativos procedentes de los países desarrollados. -¿Es optimista en cuanto al proceso de democratización en la región? -La democracia política está prácticamente consolidada en los países del Cono Sur y la posibilidad de un retorno de los militares al poder es virtualmente nula en un futuro predecible. El respeto por los derechos humanos y la libertad de prensa se hallan en los mejores niveles conocidos en esta región. Sin embargo, siempre existirá la demanda por más justicia social, sobre todo en lo que se refiere a una distribución más equitativa del ingreso. Algunos países están haciendo más progresos que otros para abatir la pobreza. En el caso de Brasil, es notable como se viene reduciendo el número de hogares pobres a través de los programas sociales aprobados durante el gobierno de Lula y mantenidos por la presidenta Rousseff. A su vez, la tasa de pobreza en Chile ha descendido dramáticamente, llegando hoy a igualar a la de Estados Unidos. Mujica está presionado por los sectores más jóvenes del MPP -¿Cómo visualiza la situación política y económica de Uruguay? -Mi impresión es que este país vive su mejor momento económico desde que lo visité por primera vez hace ya más de cuarenta años. Veo que el PIB sigue creciendo a buen ritmo, el desempleo registra niveles históricos mínimos y la inflación, si bien está algo por encima del rango meta del Banco Central, se halla bajo control. El fenómeno político más interesante es que, a medida que los indicadores macroeconómicos mejoran, la imagen del Presidente desciende en las encuestas. -¿A qué obedece esa pérdida de apoyo de Mujica? -La caída de su popularidad puede atribuirse, en parte, al estancamiento de la reforma del Estado y a los magros resultados de la lucha contra la delincuencia. Asimismo, algunas decisiones del gobierno no han coincidido con la opinión mayoritaria del público, según revelan las encuestas. Por lo que he conversado con varios analistas locales, Mujica está siendo presionado por los sectores más jóvenes y, por eso mismo, más radicales del Movimiento de Participación Popular (MPP). Sin duda, el ejemplo más claro es la reciente legislación que derogó la Ley de Caducidad. También se nota un giro hacia la izquierda en el gobierno al haber promovido el proyecto de ley que grava a los propietarios de grandes extensiones de tierra. -¿Esa radicalización del Frente Amplio podría reducir aún más la popularidad de Mujica? -Como la política es un proceso relativamente cíclico, uno no puede detenerse en un momento determinado y juzgarlo "per se". Por eso, no podemos concluir que Mujica va a ser más impopular en los años venideros. -¿Cuál es el mayor problema que se le plantea al gobierno de Mujica? -El principal desafío son los crecientes desacuerdos del Frente Amplio en el área de la educación pública. Llama la atención la resistencia del Consejo de Educación Secundaria y del sindicato de profesores a un pequeño plan que apunta a experimentar algunas reformas para mejorar la eficiencia del sistema educativo que hoy presenta muchas falencias. Para un país de clase media como Uruguay con un buen nivel cultural, son muy desalentadores los altos índices de deserción en la educación media y, peor aún, es que esos jóvenes provengan mayoritariamente de hogares pobres. También es muy preocupante que ninguna universidad uruguaya figure entre las mejores de América Latina dada la reconocida tradición de este país en materia de educación superior. Ficha técnica Martin Weinstein, estadounidense, Ph.D en ciencia política por New York University (NYU), es profesor emérito del Departamento de Ciencia Política de William Paterson University de Nueva Jersey. Fue profesor adjunto de Política en el Centro para Estudios Latinoamericanos y del Caribe en NYU durante varias décadas. Es autor de dos libros sobre el proceso político uruguayo de pre- y post-dictadura publicados en 1975 y 1988, respectivamente. También ha escrito decenas de artículos sobre Uruguay.